La familia de Domingo de Guzmán


¿Qué se sabe de la familia de Santo Domingo de Guzmán?

Se sabe que Domingo de Guzmán, era -por antonomasia- del linaje de los Guzmán y que era de Caleruega, España. Pero esto es más profundo de analizar.
Que sus padres se llamaban Juana y Félix, corresponde a La leyenda de Santo Domingo de Pedro Ferrando[1]. Ahora, la tradición de que Félix, era un Guzmán, y su madre, Juana, una Aza, se trata de una tradición posterior, posiblemente una reconstrucción de la historia de un viejo pariente de los Guzmán, un tal Pedro de Guzmán, quien llega a Bolonia entre los años ¿1407-1414?, testificando que Domingo pertenecía a tal familia. Era una cuestión lógica, ya que desde 1266, las monjas de San Esteban de Gormaz se habrían instalado en la casa de Domingo, el famoso Torreón, que era muy conocido que era de los Guzmán. Domingo, era llamado, durante los primeros siglos de la Orden como el “maestro Domingo” o “padre Domingo”. Recién en el breviario de 1552 es conocido como Domingo de Guzmán.

Las primeras biografías de Domingo muestran a Félix y a Juana como personas piadosas y dedicadas a la educación de sus hijos. De la madre de Domingo se sabe un poco más que de su padre. Es muy conocido el milagro de Juana, socorriendo a sus paisanos con vino de la despensa de su marido, que cuenta Rodrigo De Cerrato[2] en su narración. La fecha del matrimonio entre ambos se puede datar entre los años 1170 y hasta 1772, pero de esta fecha también depende la del nacimiento de Domingo. Teodorico de Apolda sugiere, incluso, que Juana se habría casado dos veces y aparece aquí el problema de la sucesión de los hijos, a quienes la tradición del beato Jordán[3] y Gerardo de Frachet[4] han llamado Manés (o Mamerto) y Antonio: el primero, fraile dominico como su hermano, y el otro un sacerdote diocesano, dedicado a las obras de misericordia. Vicaire[5] se cuestiona aún más si Domingo pudo haber tenido más hermanos o hermanas, además de lo que el consenso hagiográfico propone (que eran tres los hijos de Juana).

Con el correr de los años e intentando reconstruir la vida de Domingo, se ha tenido como bien, colocar el lugar de nacimiento de Domingo en la famosa cripta de los Guzmán, donde habría sucedido el nacimiento del niño. Esta cripta se encuentra en el actual Monasterio de Santo Domingo de Guzmán, en Caleruega. En este mismo lugar se encuentran algunos restos de su hermano Manés, de Antonio y el mismo Félix. Los restos de Juana (“¡santa Juana! ” -como le llaman en Caleruega) se encontrarían desde 1340 en Peñafiel, por orden de su pariente, el infante Don juan Manuel. Sin embargo, aun en la parroquia de San Sebastián, se conserva una capilla, donde habría sido puesta inicialmente; en 1828, el papa León XII, la beatificó. En Caleruega, dentro del actual Convento de frailes, se encuentra la bodega donde la familia de los Guzmán y Aza guardaban y conservaban el vino. Se trata de un lugar frío que tiene un grabado señalando que de ahí santa Juana habría tomado el vino que le dio a sus paisanos.

Fray Rodrigo de Cerrato cuenta la historia:

"La madre de Domingo era muy compasiva. Estando ausente su marido, contemplando la angustia de los necesitados, y tras dar muchas cosas de lo suyo, repartió entre los pobres un tonel que tenía lleno de un vino muy bueno. Ya de regreso su esposo, acercándose a Caleruega, le salieron al encuentro sus vecinos y le contaron lo del vino distribuido a los pobres. Llegándose a casa y presentes los vecinos, pidió a su mujer que les hiciera servir vino de dicha cuba. Y Juana de Aza oró fervorosamente al Señor, puesta de rodillas en la bodega, se produjo el milagro: y se dirigió al tonel y lo encontró rebosante de un vino exquisito. Y dando gracias a Dios, hizo repartir aquel vino a su marido y a los demás presentes. Todos quedaron admirados..."

De Manés se cuenta que entró en un monasterio cisterciense en la comarca de Caleruega (¿Silos?). Estuvo presente en la dispersión de los frailes dominicos el 15 de agosto de 1217. Él fue enviado a París junto a otros frailes españoles y allí colaboró a la fundación del convento de Saint Jacques (Santiago o Los Jacobinos). El viaje a España para consolidar y afianzar las nuevas casas, dispuso Domingo que lo realizara con fray Miguel de Fabra. Desde 1219, le fue encomendada, por su hermano Domingo, la atención de las monjas del convento de Madrid. Tras la canonización de su hermano (3 de julio de 1234), marchó a Caleruega para proponer la construcción de una iglesia en el lugar de nacimiento del santo, lugar que más tarde sería monasterio de contemplativas. Murió en el monasterio de san Pedro de Gumiel de Izán y allí fue enterrado.

[1] Ferrando, Pedro: La Leyenda de Santo Domingo.
[2] Rodrigo de Cerrato: Narración de Santo Domingo.
[3] Jordán de Sajonia: Narración de Santo Domingo.
[4] Geraro de Frachet: Narración de Santo Domingo.
[5]
Humbert-Marie Vicaire: Historia de Santo Domingo.

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